Independizarse en pareja a los veintipoco ¿Cómo se consigue?

Para entender la independización desde el punto de vista de una persona joven debemos tener en cuenta el contexto en el que se encuentran, en este caso, Elena Martin y Lao Bargas, ambos estudiantes en la UJI y pareja, llevan 20 días viviendo juntos en un piso que no comparten con nadie más.

Su historia de camino a vivir en pareja comienza cuando empiezan a compartir mucho tiempo juntos en el piso anterior de Elena, quien lo compartía con 2 compañeras más. Lao comienza a vivir junto a ella y al final se vuelve uno más, es por esto que después de que sus compañeras de piso van abandonando el piso debido a motivos universitarios y laborales, la pareja , decide que es momento de buscar un piso para ambos, sin tener las ataduras de vivir y compartir espacio con nadie más. Actualmente, están viviendo en un piso cedido por un familiar de Lao quien les dejo el piso a muy buen precio de alquiler, un hecho relevante puesto que tras una larga búsqueda no podrían haberse ido a vivir juntos si no fuese por esa baja renta que les pide el familiar.

Para ellos el proceso de búsqueda fue similar al que realiza todo el mundo, el de acudir a las inmobiliarias, durante este periodo de tiempo se encontraron con muchas dificultades ya que estas empresas pedían como aval un contrato laboral indefinido que ellos no tenían y que, a pesar de que ofrecían a sus padres como aval, las inmobiliarias se negaban a cogerlos.

Los medios por los que han conseguido irse a vivir en pareja son muy diferentes el uno con el otro, Elena, lo hace mediante la ayuda económica de sus padres, quienes pagan todos los gastos que conlleva vivir fuera, mientras que Lao trabaja y recibe poca ayuda de sus padres. En este caso se observa las dos caras de la moneda y nos acercamos a una perspectiva más privilegiada de la que se ha narrado en anteriores post.

La pareja cuenta cómo esta generación es muy diferente a las anteriores, ya que ahora la precariedad laboral no se toma como algo a la ligera, los jóvenes luchan por tener un salario y condiciones dignas y se niega a trabajar en puestos donde se trabaja mucho y se paga poco. Para ellos la sociedad avanza y con ello lo tienen que hacer los derechos humanos, la necesidad que había en tiempos de sus padres o abuelos ya no es la misma y por eso hay que buscar opciones que permitan avanzar personal y laboralmente sin que uno sea explotado.