Reflexión grupal acerca de este proyecto.

Durante todo este cuatrimestre hemos dedicado muchos esfuerzos a que este trabajo saliera muy bien, gracias a la formación de grupos aleatoria hemos llegado a coincidir 11 personas muy diferentes, algunas nos conocíamos y otras no, hemos creado un mix entre el grado de Comunicación Audiovisual, chicas del doble grado y estudiantes de Erasmus. Esto ha permitido que nuestras ideas fueran muy diversas y que además cada uno de nosotros haya podido aportar su conocimiento al proyecto según el campo que mejor se le daba.

Estas diferentes perspectivas también han ayudado a dar una visión muy diferente al proyecto de la emancipación de los jóvenes puesto que cada uno tenemos una situación personal diferente. Encontramos gente que aún vive con sus padres y no trabaja, o que trabaja y vive con ellos, también encontramos a personas que han tenido que irse del hogar familiar para seguir sus estudios u otras que se desplazan hasta 30 minutos para poder llegar a la universidad.

El reparto de trabajo se hizo según los intereses que tenía cada uno llegando al final a un acuerdo entre todos donde cada uno realizaba una tarea que le gustaba. Durante todo este cuatrimestre la comunicación ha sido la clave para que tanto las entrevistas, el podcast y el trabajo en casa fuese de la mejor forma posible y sobretodo que todo estuviese bien y a tiempo.

Como enseñanza de este proyecto nos llevamos que las circunstancias en las que nos rodeamos actualmente son muy difíciles, somos conscientes de que como nueva generación que sale al mundo laboral y que está madurando hacia una edad adulta vamos a tener que dedicar muchos esfuerzos para poder compaginar la vida que tenemos con la que queremos tener.

Gracias a la investigación sobre el tema hemos conocido a personas maravillosas que nos han abierto las puertas de sus casas y nos han contado temas íntimos y comprometedores, gracias a esto, llegamos a entender cómo este sistema en el que vivimos no está preparado para ayudar a los jóvenes que tienen que trabajar para vivir pero que también quieren seguir formándose y labrarse un futuro mejor. Nos hemos encontrado que a pesar de que estemos en una situación privilegiada a generaciones anteriores e incluso a países diferentes pensar esto no hace que nuestra situación se alivie, vivimos en una realidad tan cambiante que nos da miedo pisar en terrenos movedizos

Por último, hemos disfrutado de ver y oír lo que personas jóvenes, de nuestra edad, tienen que decir, al final estamos en un mundo de adultos que han vivido unas experiencias diferentes y entienden el mundo de una forma en la que nosotros no lo hacemos. El poder escuchar ideas comunes, y sobretodo, maduradas y conscientes de cada palabra hace que nos sintamos más unidos ante este mundo al que nos vamos a lanzar. En definitiva, nos llevamos un buen sabor de boca al realizar este proyecto, pero también nos entristece ver el futuro incierto al que nos vamos a enfrentar