La situación precaria de las viviendas en Castellón

Ponemos en la mesa la situación de alquiler y compra en Castellón, según el Índice de Precios de la Vivienda en Alquiler (IPVA) los alquileres aumentaron un 1,5% en el año 2020 en la provincia de Castellón, mientras que a nivel estatal aumentaron un 0,9%. Una de las razones de esta subida es la demanda de viviendas tras la pandemia ya que muchos inquilinos abandonaron sus viviendas antes de finalizar el contrato, haciendo que muchos inmuebles se quedarán vacíos y otras que estaban en promoción como alquiler vacacional pasaron a ser de alquiler tradicional.

Esta fue la situación de muchos jóvenes estudiantes que viven fuera del hogar para seguir sus estudios, como ya hemos mencionado anteriormente estos alquileres están avalados y soportados por los padres, quienes se hacen responsables de todos los gastos que conlleva vivir. La vuelta a casa por la pandemia supuso el cese de los contratos antes de tiempo afectando así, por una vez, a los arrendadores.

Si analizamos el año siguiente, en 2021, el alquiler en España bajó a 10,27 euros el metro cuadrado, un 3,6% menos que en el 2020. Sin embargo, analizando a todas las provincias, Castellón se encuentra entre las 10 provincias donde más ha subido el precio del alquiler. A nivel estatal son 46 provincias las que suben el precio del alquiler, un 86% de toda España.

Esta subida supone que en Castellón la demanda de viviendas ha ido al alza y así lo corrobora el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (COAPI), Francisco Nomdedeu, quien confirma que la búsqueda de nuevas viviendas se está elevando. Uno de los sucesos que hace que estos precios suban es la recuperación y reforma de viviendas antiguas donde estas desaparecen de los mercados para dar pie a viviendas más nuevas que encarecen el precio de alquiler o venta.

El presidente de COAPI indica que «los propietarios son conscientes de que no se puede subir mucho más el precio de algunos alquileres ya que hay un momento en que los inquilinos ya no podrían pagar más debido a los sueldos que perciben». «A nadie, y menos al propietario, le interesa tener un inmueble cuyo precio de alquiler no esté acorde a la realidad del mercado laboral porque ello puede provocar graves problemas y tensiones en cuanto al cobro de la renta se refiere»